“Be or not to be” un trabajador por cuenta propia

Cuando alguien decide crear una empresa propia enfrenta un grupo de pros y  contras, Cuba no constituye la excepción de la regla y aquellos que hoy resuelven incrementar las filas de los llamados "cuentapropistas” llegan a los negocios con más o menos conocimientos, algunas buenas o malas iniciativas,  recursos o carencias porque cuando de multiplicar monedas se trata las fórmulas divinas no existen.

La ausencia de un mercado mayorista, los tributos que crecen y crecerán, el pago obligatorio de la contribución a la seguridad social, constituyen obstáculos, necesarios algunos, transitorios otros, pero trabas en fin al aumento de los cuentapropistas.

Aun así muchas personas apuestan por el esfuerzo propio; ya sea por el necesario reordenamiento laboral, para incrementar los ingresos de la casa o simplemente porque les gusta , se suman a jornadas de más de ocho horas, el sacrificio de espacios familiares y ahorros, deciden inscribirse y probar suerte; algunas ya deambulan con desaliento pues las ganancias no son las que anhelaban, otras se muestran satisfechas, implantan mejoras y esperan.

Tres fenómenos (no los únicos) se desatan en el nuevo escenario, uno de ellos, la calidad en los servicios gastronómicos: encontramos dispersos restaurantes, cafeterías…los productos satisfacen a la generalidad, platos exóticos o sencillos bocados llegan con sabores y olores apetitosos, aunque siempre hallamos ejemplos de mal servicio y pobres menús.

Los precios, ese otro tormento de los cubanos todos, varían, algunos aplican códigos propios y apuestan por alimentar con la misma sonrisa a los que tienen mucho o poco, otros creen que amasan el pan de los dioses y la cuenta, apenas da para un día muy especial.

Los “cuentapropistas” como trabajadores de un sistema socialista, con deberes y derechos, última arista de este comentario; si bien es cierto que algunos pretenden enriquecerse a costa de todos, la mayoría laboran más que muchos, son diligentes, seres humanos, dignos de respetar como todos los trabajadores de esta isla nuestra.

Así, por esos laberintos del “be or not to be” un trabajador por cuenta propia caminan los cubanos, de un lado los escépticos, del otro los audaces, de acá, el pueblo,  mas los cimientos del futuro auguran solidez.