La oportunidad que perdí
Aun recuerdo aquel 26 de julio, cuando llegó con su caravana de amigos. Hace un año ya y todavía retumban los aplausos de bienvenida cuando irrumpió en el Complejo Escultórico Ernesto Guevara de la Serna para reencontrarse con Villa Clara como la vieja amiga que es.
Lo descubrí más pequeño de lo que imaginaba, más grande que la inmensidad, llegó con ropas sencillas y el apoyo de su dios para brindar a todo un pueblo…
Poco después supe que había muerto y lamenté no haber conversado con él aquel día, pensé que tendría otra oportunidad, que la vida y mi profesión me pondrían cerca de él una vez más.
Nuevamente se acerca el 26 y Lucius Walker visitará el centro de Cuba para compartir con los villaclareños. Dicen que son sus cenizas, mas prefiero pensar que llega de carne y hueso, multiplicado en los pastores y todos los hombres, mujeres y niños buenos que siempre lo acompañan, esta vez prometo, aunque sea con la complicidad de la muerte, conversar con él, acercarme a su eterna humanidad.
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